Escrit per: ELENA
Un beso, un abrazo, una caricia, un susurro, beber de la botella del otro, comer del mismo helado. Volveremos. Más pronto que tarde y siempre reforzados. Seguir fuertes, en la distancia, esperando todo lo que podremos volver a tener y nunca más olvidaremos que era tan importante y muchas veces no éramos ni conscientes.
Hoy es Domingo de Resurrección según la tradición cristiana por lo que para los creyentes y practicantes hoy es un día de gozo y júbilo. Yo no soy practicante y creyente…pues aún estoy en conversaciones conmigo misma, hay tantas cosas que hacer, pensar, meditar, que dejo en un segundo plano el hecho de creer o no creer en las cosas. Lo que sí puedo apoyar a los que sois como yo o simplemente no tenéis una confesión, es el hecho de que las personas salimos adelante y reforzadas siempre frente a las adversidades. Trabajamos más y nos esforzamos cuanto mayor es el reto en el que nos enfrentamos. El cuerpo es igual y ante esta situación lo que mejor sabe hacer es combatir.
Este año no ha habido viajes, excursiones, dulces típicos (muchos han aprovechado a hacerlos por primera vez en sus casas) y tampoco reuniones familiares. Para algunos ha supuesto un antes y un después y otros apenas han notado diferencia. Vivimos en un mundo muy distinto, en el que las personas tienen diferentes modos de vivir, de trabajar e incluso de relacionarse. Pero lo que es común a todos es la soledad del que se siente vulnerable, del que está solo o siente que así lo está. Pero no es así. Los sanitarios luchan día a día para daros los mejores cuidados y para estar a vuestro lado. Nos consta, no hay nadie que no conozca o tenga algún amigo que este dejándose la piel en salvar vidas. Pero también os acompañan, en momentos en los que familiares, amigos e incluso desconocidos quisiéramos hacerlo, pero por vuestra seguridad nos quedamos en casa.
Descansad, dejaros cuidar, salid adelante y después continuad cuidándoos. Lamentablemente no llegará un día de explosión de contacto, sino que será progresivo, y llegará un día, sin darnos cuenta, en el que podamos volver a hacer la vida que hacíamos antes pero nunca más la veremos con los mismos ojos. Nunca seremos tan conscientes de la cercanía, del traspaso de energía que damos en cada abrazo.
Os mando mi más sentido cariño, energía y fuerza. Porque incluso los que estamos bien, y en casa, nos vemos a veces afectados por todo lo que ocurre. Yo sin ir más lejos, y teniendo a toda mi familia bien tengo muchos descontroles digestivos, sentimientos y emociones que en vez de centrarse en el corazón van al intestino. Pero es el sentido de la vida y en cierto modo estoy más conectada a todo esto.
Fuerza y mucho ánimo, SOIS UNOS VALIENTES