Escrit per: Fran Moreno
Querido paciente:
Estoy muy contento de poder dirigirme a usted, en estos días tan complicados de confinamiento que estamos viviendo, me alegra saber que donde está usted ingresado está recibiendo el trato y las atenciones necesarias para sobrellevar de la mejor manera esta enfermedad.
Si usted es una persona creyente quizás le pida a Dios que le ayude, esto está muy bien yo hago lo mismo a Dios se le llama. “A El se le llama el padre de tiernas Misericordias y el Dios de todo Consuelo”. (2Cor. 1-3)
Tenga en cuenta que esto pasará y podrá volver a ver a sus seres queridos y abrazarlos.
Todos esperamos el día cada vez más cercano en que “nadie dirá Estoy enfermo” Isaías 33-24.
Mientras tanto siga luchando con espíritu alegre y agradezca a los que cuidan de usted por su buen trabajo que realizan.
Reciba un fuerte abrazo.
FRAN MORENO