Escrit per: Silvia
Querid@ paciente:
No te conozco pero aquí estoy, para mandarte mucho cariño y mucho ánimo, y decirte que no estás sol@. Tienes mucha gente ahí cuidándote y fuera muchos otr@s dando apoyo moral a todos y todas los que estáis en primera línea de batalla, porque de alguna manera, esto es una guerra.
Desconozco si te están leyendo estas palabras o no, pero antes de continuar, MIL GRACIAS a tod@s los que te cuidan y nos cuidan. Porque todos somos pacientes y debemos ser pacientes. Algunos ya los sois por la enfermedad, otros al ejercer su profesión de forma excepcional y otros much@s por esperar con paciencia en nuestras casas.
Me presento para que me conozcas un poquito. Me llamo Silvia, tengo 40 años y estoy en el paro por esta pandemia. De alguna manera me considero afortunada porque a pesar de estar sin trabajo, tengo la suerte de vivir en casa de mi madre y no me tengo que preocupar de si tengo para comer o no.
Siempre busco el lado bueno de las cosas y aunque ahora te resulte un poco difícil ser positivo, te animo a que hagas un esfuerzo y pienses en todo lo bueno que tienes, en toda la gente que te está esperando con los brazos abiertos y en todo lo que vas a hacer con tus seres queridos cuando acabe esto. Cada día es un día menos para llegar al final del túnel, cada vez está más cerca y ya se está viendo la luz.
Personalmente me animan mucho las palabras de Apocalipsis 21:4: Dice así: “Dios les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido.”
Mi deseo ha sido el poder aliviar un poquito tu aislamiento. Pronto vendrán tiempos mejores.
Te mando un fuerte abrazo y ¡mucho ánimo!